martes, 20 de octubre de 2009

A tientas

Es de noche... echo un último vistazo a mi alrededor y me meto en el bar, está bastante concurrido a estas horas... en las mesas casi todo son ejecutivos u obreros que aprovechan el fin de su jornada para reunirse con los compañeros a hacer unas risas, muy de vez en cuando se forma alguna pelea... pero no esta noche... es tranquila y todo marcha bien.

Tomo asiento y me apoyo sobre la barra...
- Un Macalan con hielo, Estanis!! -le grito al barman-

Intento relajarme un poco, pero llevo toda la tarde con la impresión de que alguien me sigue... podría ser paranoia pero no lo es, ojalá lo fuera... le debo mucho dinero al Sr. Facundo desde hace meses... el Sr. Facundo es la persona menos adecuada para deberle nada en esta ciudad, nadie en su sano juicio querría ni siquiera cruzar una puta mirada con él... el típico pez gordo con malas pulgas que no se anda con tonterías...

Logré alejarme un tiempo de la ciudad para que no me encontraran, pero por razones que ahora no vienen al caso he tenido que volver y se que solo es cuestión de tiempo que alguien salte sobre mí...

Me tomo la copa de un trago...
- Ponme otra!

Mientras me tomaba la copa he visto entrar a un tipo corpulento y calvo que se ha sentado solo en una mesa vacía... noto que me observa, pero cuando me giro hacia él, empieza a tomar un extraño interés por la lámpara del techo...

Pago la cuenta dejando caer diez euros arrugados sobre la barra y me dirijo hacia la puerta... al salir he visto como el de la lámpara se ponía de pie dispuesto a salir en breve... camino por la acera a un paso ligeramente acelerado y tal como intuía, el calvo me sigue de lejos... si corro, él corre... llega un momento en que a ninguno de los dos nos hace falta disimular, los dos sabemos nuestras intenciones, no cabe duda...

De repente, cuando creo que he logrado perderle de vista, sin tiempo para reaccionar alguien me golpea en las rodillas con una barra... me desplomo del dolor contra el asfalto y en cuestión de milésimas de segundo siento el frio acero del cañon de una pistola en mi sien...


BANG!!!


Me despierto de repente... solo ha sido una pesadilla. Sonia me pone la mano en el pecho

- Estás bien cariño? -me pregunta-

- Si nena, vuelve a dormir.


Me despejo un poco los ojos y me siento en la cama... en el despertador son las seis de la mañana y aún es de noche, todavía me queda media hora para tener que ponerme en marcha pero mi cabeza está en mil sitios a la vez y se que no lograré dormir así que me levanto y me pongo unos calzoncillos y una vieja camiseta de los Styx... voy al baño, hecho una meada y me meto en la ducha... es agradable ducharse sin prisas, simplemente dejando que el agua te acaricie la cara y el cuerpo con parsimonia...

Mientras me visto veo que a Sonia se le ha quedado la espalda destapada y parte del trasero, como si fuera la bella figura de un cuadro renacentista... pienso que soy afortunado de poder pegarme a ese culo todas las noches... de hecho el tumbarme con ella, hacerle el amor y charlar juntos debe ser una de las mejores maneras que pueda tener cualquiera de acabar el día... sería un cínico si dijera lo contrario... la tapo con la sábana...

Me calzo las botas y voy a hacerme un café... el sueño que he tenido me ha alterado, porque sé que así se las gasta esta gente... lo sé porque yo era uno de ellos... ahora estoy en el otro lado y debo andarme con cuidado... con mucho cuidado...

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