viernes, 30 de octubre de 2009

Un día de caza

- Cariño, tu movil! -me grita Sandra desde la otra habitación-
- Estoy en el baño nena!

Me lo trae corriendo, con cara de mala leche mientras sigue sonando y se vuelve a la cama...
- Diga?
- Cortés? -me pregunta-
- Si.
- Ven al local, es urgente, tenemos que hablar sobre algo, te espero en una hora.

Joder... era mi jefe... se supone que hoy no tenía que ir... plego el periódico, me limpio y me meto en la ducha... que cabronazo, tiene a un montón de gente disponible y me llama a mi... necesito desconectar un poco de toda esta mierda y tomarme unos días libres... voy a la habitación a vestirme y allí está ella... sentada leyendo...

Donde vas? -me pregunta sin retirar la mirada del libro-
- Me han llamado, quieren que vaya.
- No se suponía que era tu día libre? -ahora me mira-
- Si, pero ya sabes como van estas cosas, no es culpa mía.
- Si, ya lo se, el amo silba y el perrito acude.

Le encanta simplificarlo todo con una frase cuando se irrita... me siento en el borde de la cama y me calzo las botas...

- Si cuando vuelvas, no estoy, es que he salido a tomar algo por ahí.
- Perfecto nena, perfecto.

Me incorporo para dirigirme a la puerta... Sandra se tumba de lado haciéndose la dormida... la miro y me tumbo detrás suyo abrazándola...

- Venga nena no te pongas así, sabes que es mi trabajo y que no puedo fallar si me necesitan.

Se gira hacia mi y le retiro el pelo de la cara...

- Acaso piensas que no preferiría quedarme aquí contigo?
- A veces lo dudo -me dice-
- Pues estás equivocada -la beso-
- Es que entre semana apenas estamos juntos y hoy que es sábado te vas.
- Mira nena, seguro que solo es algún pequeño encargo y cuando menos te lo esperes ya estaré aquí de nuevo.
- Eso espero -me besa-
- Oye y ponte guapa que saldremos a cenar a un sitio que he reservado, además mañana te juro que apago el movil para que nadie nos moleste en todo el día.
- Tienes mucha prisa? -me pregunta mientras se muerde el labio y me aprieta contra ella-
- Tenemos veinte minutitos.

Lo hacemos un par de veces, la beso y me levanto mientras me vuelvo a vestir... cojo la chaqueta, las llaves y el móvil...
- Llámame cuando sepas algo -me dice-
- Vale nena, descuida -le lanzo un beso y salgo por la puerta-

Bajo las escaleras corriendo y me dirijo hacia el coche... arranco y pongo música para activarme más aún si cabe... suena All right now de los Free... por la ventanilla observo que la calle esta siendo extrañamente invadida por carteles de propaganda electoral donde aparecen políticos con cara de niños buenos y con la firme convicción de que cambiarán este país de mierda... definitivamente nos toman por gilipollas...

Aparco el coche y me dirijo hacia el local... aparéntemente solo es un bar normal y corriente, propiedad de mi jefe pero solo es una tapadera... en el piso de arriba es donde nos reunimos los "cazadores"... nos llamamos así por lo de cazarecompensas, que aunque hoy en día no está reconocido como un oficio, es la palabra que mejor define lo que hacemos... llegamos donde la policia no llega o no quiere llegar y en cierto modo, (y ojo) solo algunas veces hacemos justicia donde la propia justicia no se impone...


Entro en ''la cueva'' ,(asi se llama el bar) paso por detrás de la barra mientras saludo y me saludan, cojo una cerveza y subo las escaleras para el piso de arriba... la puerta está escoltada por un alemán enorme llamado Hans...


- Buenos días, es aquí donde las mamadas a cinco euros? -le digo-
- Pasa capullo -me dice mientras me abre la puerta-


No habla mucho español, pero las palabrotas las pilla rápido... allí estaban casi todos mis compañeros charlando, jugando a las cartas o viendo la televisión... no hay mucha cosa que hacer cuando estás de guardia y no tienes ningún encargo... he pasado mas horas en aquel local que en mi propio apartamento...

- Ey Lobo -me gritan saludando-

- Buenos días nenas -respondo-


Voy directo a un pequeño despacho que hay al fondo del local, donde siempre está mi jefe el sr. Montoro... pico a su puerta y me da paso... allí estaba él, tras su mesa y con su aspecto habitual de patriarca gitano... panzón, con traje, un pañuelo en el cuello y una larga barba gris... el tipo que fundó todo esto...

- Siéntate Cortés -me indica-
- Espero que sea importante como para hacerme levantar de la cama un sábado -tomo asiento-
- Creeme si te digo que no te habría llamado si no fuera importante.
- De que se trata grandullón, se ha vuelto a atascar el baño?
- Muy gracioso -me entrega una foto- le conoces?
- Creo que no, debería?
- Es Gonzalo Sierra, un traficante y asesino que salió de la cárcel hace cinco meses después de cumplir doce años en tres prisiones distintas.
- Vaya, el vecino que todo el mundo querría tener.
- Si bueno, la cosa es que vuelve a estar en busca y captura por matar a dos hombres a quemarropa con una recortada por una discusión en un restaurante.
- Y con toda la peña que tienes aquí fuera nadie podía encargarse de detenerlo? Y la policía?
- Mira, mandé ayer al Argentino con su hermano y les dieron tal paliza que parecía que les hubieran dado por el culo una manada de elefantes salvajes, además ese hijo de puta se esconde en el barrio de los chafes, ya sabes que allí ni la misma policía se atreve a entrar

-se recuesta sobre su respaldo, encendiéndose un puro-

- Además Cortés, tu y yo sabemos que eres un profesional, probablemente más que todos estos ceporros de aquí fuera... incluso ellos lo saben, sino porque crees que te llaman el Lobo.


Me levanto de la silla y me apoyo sobre la mesa en actitud ligeramente desafiante...
- Vale grandullón, atraparé a ese bastardo antes de que acabe el día... pero cobraré el venti cinco por ciento de lo que den por él.
- Está bien, trato hecho -me dice a regañadientes- coje las herramientas que necesites.


Cojo las llaves y salgo del despacho hacia un cuarto para cojer lo necesario, tendré que ir preparado para lo que sea... cojo una pistola y un par de cargadores por si las cosas se pusieran muy feas, una pistola de tranquilizantes y una ganzúa para abrir puertas... salgo del edificio y voy hacia el coche... el camino es casi todo de autovía, a los lados de la autovía esperan las prostitutas a sus clientes, sentadas en sillas de plástico algunas y otras de pie...

Conforme me voy acercando a ese barrio con el coche, el ambiente y la atmósfera se va haciendo más y más sórdido... veo coches desguazados en plena calle, proxenetas campando a sus anchas, yonkis que parecen jodidos zombies, grupos de tíos empinando el codo en las aceras... todos se quedan observándome cuando me ven pasar con el coche como si hubieran visto un fantasma...

Aparco en una especie de descampado y me bajo del coche... mi objetivo está a unas dos calles, tendré que tener cuidado y no bajar la guardia... camino por el arcén durante un rato y un tipo con chándal se para en mi camino observándome...

- Oye payaso a ti no te he visto nunca por aquí -me dice-
- Es que he venido de vacaciones -le respondo intentando pasar de él-
- No has pagado la cuota por pasar por mi calle, dame cincuenta euros.
- Date una vuelta chico.

Sigo avanzando y me sigue...

- Quiero el dinero -me dice mientras intenta que me voltee tocándome el hombro-

Le agarro la mano y lo pongo contra la pared cojiéndolo del cuello...

- Mira pedazo de mierda quieres que alguien de fuera como yo te parta las piernas en tu propia calle?

- Que te follen -me responde-

- Que me follen?

Le pego un rodillazo en el estómago y se queda tendido en el suelo... sigo caminando hasta que veo el bar donde el jefe me dijo que escondían a Sierra... sé que tiene puerta trasera así que es probable que intente escapar por ahí...

Entro en el bar y me pongo en la barra... me atiende una grande y mayor...

- Hola -le digo- sabe usted donde puedo encontrar a Gonzalo Sierra?

- Iré a preguntar a mi marido espera.

Salgo corriendo para interceptarlo por la puerta de atrás... no hay que ser muy listo para saber que la mujer ha ido a avertirle de mi presencia... la puerta se abre y me abalanzo sobre él... se resiste pero lo aplaco con un par de hostias... saco la pistola para que la vea...

- Mira tu mismo, lo hacemos por las buenas, por las malas o a mi manera, que es como por las malas pero en plan masacre -le digo-

Le pongo unas esposas y lo llevo caminando... todo el mundo intenta acercarse para liberarlo pero con la pistola en mi mano nadie se atreve... llego hasta el coche, lo meto atrás, me subo y arrancamos... volvemos por toda esa autovía y comienzo a tranquilizarme... cuando llego a la ciudad lo entrego en una comisaria y me vuelvo a meter en el coche... enciendo el móvil y llamo a Sandra...

- Nena, tardo quince minutos.

martes, 20 de octubre de 2009

A tientas

Es de noche... echo un último vistazo a mi alrededor y me meto en el bar, está bastante concurrido a estas horas... en las mesas casi todo son ejecutivos u obreros que aprovechan el fin de su jornada para reunirse con los compañeros a hacer unas risas, muy de vez en cuando se forma alguna pelea... pero no esta noche... es tranquila y todo marcha bien.

Tomo asiento y me apoyo sobre la barra...
- Un Macalan con hielo, Estanis!! -le grito al barman-

Intento relajarme un poco, pero llevo toda la tarde con la impresión de que alguien me sigue... podría ser paranoia pero no lo es, ojalá lo fuera... le debo mucho dinero al Sr. Facundo desde hace meses... el Sr. Facundo es la persona menos adecuada para deberle nada en esta ciudad, nadie en su sano juicio querría ni siquiera cruzar una puta mirada con él... el típico pez gordo con malas pulgas que no se anda con tonterías...

Logré alejarme un tiempo de la ciudad para que no me encontraran, pero por razones que ahora no vienen al caso he tenido que volver y se que solo es cuestión de tiempo que alguien salte sobre mí...

Me tomo la copa de un trago...
- Ponme otra!

Mientras me tomaba la copa he visto entrar a un tipo corpulento y calvo que se ha sentado solo en una mesa vacía... noto que me observa, pero cuando me giro hacia él, empieza a tomar un extraño interés por la lámpara del techo...

Pago la cuenta dejando caer diez euros arrugados sobre la barra y me dirijo hacia la puerta... al salir he visto como el de la lámpara se ponía de pie dispuesto a salir en breve... camino por la acera a un paso ligeramente acelerado y tal como intuía, el calvo me sigue de lejos... si corro, él corre... llega un momento en que a ninguno de los dos nos hace falta disimular, los dos sabemos nuestras intenciones, no cabe duda...

De repente, cuando creo que he logrado perderle de vista, sin tiempo para reaccionar alguien me golpea en las rodillas con una barra... me desplomo del dolor contra el asfalto y en cuestión de milésimas de segundo siento el frio acero del cañon de una pistola en mi sien...


BANG!!!


Me despierto de repente... solo ha sido una pesadilla. Sonia me pone la mano en el pecho

- Estás bien cariño? -me pregunta-

- Si nena, vuelve a dormir.


Me despejo un poco los ojos y me siento en la cama... en el despertador son las seis de la mañana y aún es de noche, todavía me queda media hora para tener que ponerme en marcha pero mi cabeza está en mil sitios a la vez y se que no lograré dormir así que me levanto y me pongo unos calzoncillos y una vieja camiseta de los Styx... voy al baño, hecho una meada y me meto en la ducha... es agradable ducharse sin prisas, simplemente dejando que el agua te acaricie la cara y el cuerpo con parsimonia...

Mientras me visto veo que a Sonia se le ha quedado la espalda destapada y parte del trasero, como si fuera la bella figura de un cuadro renacentista... pienso que soy afortunado de poder pegarme a ese culo todas las noches... de hecho el tumbarme con ella, hacerle el amor y charlar juntos debe ser una de las mejores maneras que pueda tener cualquiera de acabar el día... sería un cínico si dijera lo contrario... la tapo con la sábana...

Me calzo las botas y voy a hacerme un café... el sueño que he tenido me ha alterado, porque sé que así se las gasta esta gente... lo sé porque yo era uno de ellos... ahora estoy en el otro lado y debo andarme con cuidado... con mucho cuidado...

viernes, 29 de mayo de 2009

Heridas de guerra

Sonó el teléfono... eran del hospital... decían que la operación sería al día siguiente y que debía ingresar aquella misma tarde para prepararlo todo.

- ¡Que putada! - pensé- no me lo esperaba... almenos no tan pronto... es 30 de Julio y en esta época, lo que menos apetece es meterse en una movida así...

Allí estaba a la hora requerida... cruzo la puerta principal, voy al mostrador... una chica guapa pero descuidada me dice que suba a la habitacion 343 de la cuarta planta, que me esperan... subo por el ascensor y tras cruzar un largo pasillo de habitaciones entro en la 343... la habitación es doble y la otra cama la ocupa un chico joven acompañado de su familia... acto seguido viene una enfermera gruesa de unos 50 años con gafas de culo de botella y cara de pocos amigos que me toma los datos y me informa de que más tarde vendrán a hacerme unas analíticas para la operación...

Estoy algo nervioso y con ansiedad... me meto en el lavabo de la habitación yo solo, me miro al espejo, intento calmarme... la operación es bastante complicada y es posible que mi vida acabe en unas cuantas horas, de todas maneras intento enterrar ese sentimiento tanto tiempo como sea posible aunque tarde o temprano se que resurgirá... me hecho agua en la cara y salgo del baño... a mi compañero de habitación una de sus visitas le ha regalado un ajedrez, así que me invita a jugar un rato con él...

- ¿Por que no? - pienso- así mantendré la mente ocupada un rato...

El chico es rubio, bastante delgado y tiene la nariz aguileña... parece una persona alegre, siempre con un esbozo de sonrisa... sonreía incluso cuando le ganaba la partida... me transmitió algo de su alegría y por algunos momentos llegé a olvidarme de donde estaba...

Así pasaron un par de horas, hasta que trajeron la cena en una de esas bandejas con compartimentos... la comida de los hospitales suele ser bastante mala, pero en aquel momento no era algo que me importará lo mas mínimo...

Al cabo de un rato... caída la noche... quise distraerme con la televisión del cuarto... una de esas teles de hospital de monedas, que por aquel entonces funcionaba con pesetas... ¡¡como extraño las pesetas!!... el euro solo ha servido para darnos por el culo... total que metí unas 500 y se encendió el televisor... para mi grata sorpresa estaban emitiendo una de mis películas favoritas de acción, ''El último boy scout''... fue agradable poder ver una película de mi gusto cuando podía ser que me fuera al otro barrio en cuestión de horas...

Casi antes de que apagaran las luces hicieron venir a un sacerdote por si me quería confesar antes de la operación...

- Joder! - pensé - ¿tan mal está el asunto?

Como buen agnóstico que soy le seguí el rollo... más que nada por si acaso... lo bueno de la religión católica es que puedes ser un grandísimo hijo de puta toda tu vida que con un acto de contrición hipócritamente sincero antes de morir tienes el paraíso a tus pies... sin embargo si eres la mejor persona del mundo y te haces una paja en tu lecho de muerte te condenaras a que Satanás te sodomice eternamente bajo el fuego abrasador de los infiernos...

Intenté conciliar el sueño durante gran parte de la noche sin éxito, en la oscuridad y viendo las luces de la ciudad a través de la ventana de la habitación... creo que sobre las cinco de la mañana mis ojos se cerraron sin permiso...

Después de una hora o dos vinieron a despertarme dos simpáticas y pispiretas enfermeras para hacerme unas analíticas en ayunas antes de llevarme a quirófano... la cosa es que no me encontraban una jodida vena donde poder pinchar y en sus intentos fallidos me dejaron el brazo con más pinchazos que el de John Belushi antes de morir por sobredosis... finalmente lo consiguieron...

Mi familia llegó temprano para darme animos y quitarle un poco de tensión al momento... en mi cabeza y en mi corazón aquello era una despedida... una dolorosa despedida...

Llegó un tipo corpulento con barba que resultó ser el celador... cogió mi camilla y la condujó por el pasillo hacia el ascensor para llevarme a quirófano... una vez arriba el celador me dejo en un lugar oscuro y amplio donde además de mi había otra gente en camilla... el sitio acojonaba un poco... añadido al acojone latente en mi por la operación a la que iba a ser sometido...

Pasarían unos cinco minutos, que a mi me parecieron cinco horas... me llevaron al quirófano y allí vi al médico que me había estado tratando y que sería el cirujano...

- Buenos días -me dijo- se que estarás nervioso pero no tienes por que preocuparte, ya verás, no sentirás nada...

De pronto la oscuridad me envolvió... me encontré en un sueño surrealista... bueno que digo... casi todos los sueños que tengo lo son en mayor o menor parte... el hecho es que en el sueño sabía perfectamente que estaba soñando... llegué a pensar que tal vez sería un sueño eterno del que nunca más despertaría...

No se cuantas horas o días pasarían, pero el hecho es que me desperté vagamente... me sentía mareado, no podía moverme y apenás podía articular palabra... vi la cara de la que supongo que sería una enfermera... tenía el pelo rubio a media melena, era preciosa además de tremendamente dulce, su nombre era Barbara... me hablaba y me tranquilizaba... también me explicó que todo había salido bien y que estaría drogado unos días por la anestesia... estuvo conmigo durante ese tiempo, un día me dijo que no tendría turno esa noche pero que igual se quedaría... se sentaba a mi lado y me acariciaba el brazo mientras me hablaba... me hacía sentir a gusto...

En un momento dado decidieron trasladarme a una habitación... era doble pero la otra cama estaba vacía... iban viniendo médicos y enfermeras a ver como estaba todo, a cambiarme el suero, la morfina... necesitaba la morfina, cuando se empezaba a pasar su efecto rabiaba de dolor como un becerro agonizante... así que como casi siempre estaba bajo los efectos de la morfina tenía muchas alucinaciones... tenía una cicatriz que me bajaba por la espalda y que estaba cosida por unas treinta grapas...

Iban viniendo familiares y amigos para visitarme, es de agradecer ver caras conocidas en situaciones así... al cabo de unos días empezaron a ocupar la otra cama... fueron varios los compañeros de habitación que fui teniendo durante mi estancia en aquel lugar... la primera fue una chica que acababa de ser madre y su bebe había tenido alguna complicación de salud... ella tenía solo 16 años y el padre del crío era adicto a todo tipo de drogas... alguna vez vino a quedarse con ella... parecía buen tío pese a todo...

Después de irse vino un chico argentino con su familia, se llamaba Nacho... tenía grandes problemas de peso que al parecer agravaban sus ataques de epilepsia... aunque pareciera mayor no lo era y sus padres no dejaban de estar encima de el para que no comiese más de la cuenta... tenía la costumbre de levantarse sin zapatillas y su madre le decía...

- Nacho, ponete las pantuuflas!!

Además era sonámbulo y a veces de noche me despertaba y lo veía de pie, estático en medio del cuarto...

Los últimos fueron una familia árabe... tenían una hija a la que iban a operar de algo que no me quedó muy claro exactamente de qué... el padre de la familia cada noche extendía una pequeña alfombra y se arrodillaba a rezar un rato...

Cada vez me daban menos morfina... con lo cual pasaba grandes calvarios de dolor... no dejaba de escuchar música con mi viejo walkman... era de las pocas cosas que se podían hacer allí dentro para no volverse loco...

Finalmente se me fue curando, fui haciendo recuperación y un buen día me dieron puerta de aquel jodido sitio... nunca volví a saber nada de aquella enfermera...

lunes, 16 de marzo de 2009

Una noche estupenda

Voy conduciendo, es de noche y hay poco tráfico por las calles, saco de mi bolsillo un paquete de tabaco, solo me queda un cigarro, lo enciendo con el encendedor del coche y estrujo el paquete vacío tirándolo contra la guantera... a mi lado llevo a mi chica, venimos de cenar de casa de sus padres, odio ir a cenar con ellos y tener que aparentar ser alguien que realmente no soy, pero lo hago por que la amo y pienso que todo tiene significado si es por ella... en la radio tengo puesto un cd de los Creedence, me encanta ese grupo... pego una calada al cigarro, apenas tenemos dinero para acabar este mes y eso me pone nervioso, no me gusta no poder llevar el control de las situaciones que hay en mi vida, es dia 12 y estamos casi sin blanca pero, que cojones, somos felices... paso por delante de un hotel y aminoro la velocidad fijándome en una mujer que hay esperando un taxi, se nota que es extranjera, es muy delgada y lleva un bolso enorme de diseño... aparco el coche a unos 150 metros del hotel.
- Porque paras aqui?-- me dice mi chica.
- Tranquila nena, ponte al volante y no te muevas de aquí, cuando yo vuelva arranca rápido, desde aqui no verán la matrícula.
- No hagas tonterías mi amor.
- Todo saldra bién nena, no te preocupes-- la beso.
- Estás loco-- murmulla mientras me voy.
Voy con paso tranquilo pero decidido, me voy acercando a la chica del hotel, además de ella hay un tipo de seguridad en la puerta del hotel pero más atrás que ella, la chica habla en inglés por su teléfono móvil y ni siquiera se percata de que yo me acerco a lo lejos, ya la tengo más cerca, sigue sin inquietarse por mi preséncia, miro al tipo de seguridad del hotel, esta distraído, aprovecho y corriendo me acerco a ella y le arrebato su bolso con un tirón firme, ella al principio se queda sin reaccionar y cuando hecho a correr hacia mi coche oigo como grita, el tio del hotel me persigue durante unos diez metros pero nada más, avanzo corriendo camino de mi coche y nadie me persigue, subo al coche.
- Vamos arranca ya!!
- Le has robado el bolso a esa mujer?
- Tu que crees-- en ese momento tengo la adrenalina a tope.
Abro el bolso y cojo su cartera, esta llena de billetes, habrá unos 500, sonrío eufóricamente, cojo a mi novia y la beso, noto que ella también está con la adrenalina por las nubes, miro un poco a ver que más hay por el bolso, nada valioso, abro la ventanilla y lo arrojo a la calle fijándome que nadie me vea... llegamos a casa y nos pasamos la noche follando locamente... son las 7 de la mañana, estoy tumbado desnudo sobre mi cama, ella ya se quedó dormida, está apoyada sobre mi pecho, no se como irán las cosas mañana pero no puedo negar que ésta ha sido, una noche estupenda.